La vora oberta (La orilla abierta)

2026

“La vora oberta” comienza con una travesía a lo largo del río Siurana, desde su nacimiento en las Montañas de Prades hasta su confluencia con el Ebro. El proyecto aborda el trasvase de agua hacia Riudecanyes como una herida territorial y simbólica que vacía el curso natural del río y lo convierte en un cuerpo extraído. Entre acción y registro pictórico, el proyecto traza una lectura poética de la dependencia, el desplazamiento y la supervivencia del territorio.

Con el soporte de Terra d’Art / Premio Isabelle Meyer 2025

Anatomía de una extracción

“La vora oberta. Anatomía de una extracción” comienza con una travesía a lo largo del río Siurana, desde su nacimiento en las Montañas de Prades hasta su confluencia con el Ebro. El proyecto aborda el trasvase hacia Riudecanyes como una herida territorial y simbólica que vacía el curso natural del río y lo convierte en un cuerpo extraído.

Entre acción y registro pictórico, el proyecto traza una lectura poética de la dependencia, el desplazamiento y la supervivencia del territorio.

La vora oberta (provisional) | Mapbox

Contexto

El trasvase de agua entre el río Siurana y la riera de Riudecanyes constituye uno de los conflictos hídricos más antiguos y persistentes de Cataluña. Concebido hace más de un siglo para garantizar el suministro de agua a Reus y a su entorno agrícola, este túnel de diez kilómetros atraviesa la montaña y desvía casi la totalidad del caudal del Siurana hacia el embalse de Riudecanyes. En funcionamiento desde 1950, ha sostenido el desarrollo urbano y agrícola del Baix Camp, pero a costa de dejar durante gran parte del año un río exhausto y un valle despoblado.

El Siurana pertenece a la cuenca del Ebro, bajo jurisdicción del Estado, mientras que Riudecanyes forma parte de la red interna catalana, gestionada por la Generalitat. Esta doble administración —intercomunitaria e intracomunitaria— ha generado décadas de disputas, en las que los pueblos del Priorat reclaman recuperar su derecho al agua. El río, que durante siglos modeló la vida agrícola y simbólica de la comarca, se ha visto reducido a un hilo de agua intermitente, incapaz de sostener ni su ecosistema ni las nuevas economías vinculadas al territorio, como el turismo de naturaleza o el enoturismo.

El proyecto parte de este contexto para interrogar las tensiones entre territorio, cuerpo y flujo vital: entre una tierra privada de su agua y las formas de vida que todavía resisten. ¿Qué ocurre cuando la vida de un territorio depende de la extracción vital de otro? Cuando el flujo de un cuerpo se interrumpe para sostener a otro distante, ¿qué tipo de vínculo nace entre ambos? ¿Es una transfusión, un trasplante o una forma de parasitismo? A lo largo de su recorrido, el río Siurana revela una anatomía de la dependencia: un paisaje donde la vida se mantiene a costa de otra vida.

El proyecto

El proyecto se construye alrededor de una travesía a lo largo del curso completo del río Siurana, desde su nacimiento en el término municipal de La Febró (Montañas de Prades, Tarragona, 715 m s.n.m.) hasta su desembocadura en el río Ebro, en las proximidades de Garcia.

El río Siurana recorre unos cincuenta kilómetros, atravesando los términos de Cornudella de Montsant, La Morera de Montsant, Poboleda, Torroja del Priorat, Gratallops, Falset, Bellmunt del Priorat, El Molar, El Masroig y Garcia. Pocos kilómetros antes de llegar a Poboleda, el río pierde buena parte de su caudal en el trasvase hacia el embalse de Riudecanyes. Un canal de unos diez kilómetros atraviesa la montaña y conduce el agua del Siurana hasta el Baix Camp, desde donde se distribuye principalmente para el riego agrícola y el suministro urbano de Reus y otros municipios del Camp de Tarragona.

El proyecto propone recorrer a pie todo el curso del río, registrando su geografía, sus transformaciones y los efectos visibles del trasvase. Esta caminata, entendida como un gesto artístico, constituye una forma de reinscripción simbólica del río en el territorio. Caminar el Siurana —desde la fuente hasta su desembocadura en el Ebro— es recorrer una herida, seguir la línea de un cuerpo que se apaga: un curso vital interrumpido por la extracción y la pérdida.