Enfermedades
Ayer en el CCCB de Barcelona, el chamán yanomami Davi Kopenawa defino la televisión, la fiesta, el fútbol y el móvil (entre otros) como “una enfermedad”. Yo habría dicho una síntoma de enfermedad, pero la cosa no cambia. Creo que cualquier idea de cambio tiene que empezar por esta idea: nuestra cultura está enferma, la mayoría de nosotros está enfermo y el mundo es un reflejo de lo que somos.
Derivas
Desterrados
La vida en ciudad es la vida del desterrado, permanentemente en guerra.
Tensión permanente
A partir del COVID, la permanente tensión de un conflicto continuo y mutable me parece lo más orwelliano de nuestra é...
Explotación y preservación
Todo empieza a irse a la mierda cuando, en el preciso instante en que algo funciona bien, se prioriza explotarlo sobr...
En el País de los Juguetes
El mundo occidental parece haberse convertido en una versión contemporánea del País de los Juguetes de Collodi.
Desempatía
El siglo desempàtico
Pantallas
¿De qué nos protegen nuestras pantallas?
Contemporáneo
Breve reflexión sobre lo contemporáneo.
Nueva carne
Considerando la temerosa incapacidad contemporánea para relacionarse con el vacío y escuchar el silencio, no sorprend...
De todo y de nada
Un poco de todo y mucho de nada.
Jaula
Me encanta esta cosa de empequeñecer la jaula para sentirse más libres.
Platillos voladores
La construcción de la realidad contemporánea capitalista se basa en la ciencia ficción del siglo pasado; tan banal es...
Nuevas locuras
Una breve reflexión sobre la figura contemporánea del “loco que habla solo”, observada en un hombre que pide limosna ...
Grietas y simulacros
Existir en las grietas para sobrevivir a las trágicas caídas de simulacros.
La vida en una caja III
La vida urbana sin hogar convierte los cajeros en refugios.
Nuevos altares
En nuestros altares se amontonan hombres de plástico de tintas rojas y negras, tecno-fachas para almas sintéticas, nu...
La vida en una caja II
La vida urbana sin hogar convierte los cajeros en refugios.
La vida en una caja I
La vida urbana sin hogar convierte los cajeros en refugios.